marzo 02, 2009

Callejeando

Estuve en estos días visitando lugares que llevan rato que no pisaba, como lo es el "Bazar del oro" ubicado en calle Oro esq. Monterrey (eje 2 pte) pero... a quien se le ocurrió semejante nombre? cuando le preguntas a la gente del cómo llegar -a propósito- al lugar te mencionan que no saben, no lo conocen, etc. pero si conocen el tiangüis de la Civeles.

En fin, cuando sales al otro lado de dicho lugar te puedes encontrar con la famosa fuente de La Civeles -tengo entendida que la original se encuentra en España-...; encuentras de todo ahí: desde plumas-réplicas de marca, cinturones, sin fín de ropa de todos los estilos y gustos, comida, electrónicos, calzado, cosas para la casa, etc. este es de los pocos lugares que no le ha afectado la crisis que se vive actualmente ni ha bajado la cantidad de gente que va a visitarlo...

De hecho casi siempre estoy en la calle por la noche cuando salgo de la escuela hacia mi jaus (que bueno que es un trayecto largo) comienzo a observar lo que pasa afuera: cómo sale la gente estrezada del trabajo y está mentando madres en el tráfico -creo yo que es bueno desahogarse jeje-, un atropellado por ahí, gente que camina aprisa por la banqueta con el temor de ser asaltados, la glorieta de Insurgentes que por fin veo algo gracias al potente alumbrado, la gente que sale acalorada y que les dá la gripa después del metro, etc.
La vida de esta ciudad es agitada.. si, muy agitada pero por algo la mayor parte de la gente que la habita no la dejaría por otros lugares en la provincia porque se volverían locos, perderían un trabajo que con dificultad es obtener en estos días y los lugares para vivir: desde simples casitas de carton hasta lujosas residencias o departamentos en zonas exclusivas..
En el transcurso de la semana viajo de manera variada por la ciudad... en metro o el "novedoso" metrobús en la cual no digo que sea mal servicio sino que es dependiendo establecerlo en los lugares adecuados y en donde realmente sea nesesario; es rápido y cómodo transportándote de norte a sur en menos de 1 1/2 hr. y de oriente a poniente en 45 min..

En el metro es bastante curioso porque ahi conoces solo gente y de todos los casos: necia, enojona, gritona, graciosa, seria, osea de tutifruti.. y te pasa de todo: apachurrones o hasta aplastado je, asalto sin darte cuenta... que loco, pero igual este servicio si fue nesesario para los 35 millones de monitos que habitan chilangolandia y que es insuficiente transportar a todos de un solo golpe.

Ahí conocí a una chava que ahora entablo una amistad, fue curioso el como nos conocimos porque estaba saliendo y ella tratando de salir, al final del cierre de puertas quedamos frente a frente y no quedaba de otra más que hacer la plática el cual supe de ella que estudia una carrera, es soltera -me dió eso a entender-, y lo más sobresaliente: se queda dormida en cualquier lugar.. lo comprobé porque no bajaba la gente y ella cerró los ojos (pensando que estaba guardando paciencia) pero me di cuenta que estaba dormida parada porque comenzó a roncar de una manera sutil... primero comenzó a soplar hacia abajo y después se escuchaban de su garganta los ronquidos.... costó trabajo despertarla y cuando logré que abriera los ojos me siguió contando como si nada lo que le sucede, es como si estuviera entrando en una pausa momentánea al estar dormida y ella no recuerda el que se quede así. Puede que sea curioso en un momento pero por otro lado puede -al igual que la demás gente que pudiese tener este problema- sufrir de abuso, asalto, bla bla bla.. cuestiones que uno se encuentra a diario en un vagón del metro.

Después hablaré de mi aventura en Xochimilco.... estuvo ruda..

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