sin saber aún donde estaba, me detengo por un instante para observar el reloj que marcaba en ese momento el último cuarto antes de la medianoche. volteo a ver hacia atrás y hacia adelante lo cual lo único que delataba mi presencia era la luz de los autos que pasaban a gran velocidad sin saber si llegarían o no con bien a su destino marcado.
el cansancio me invadía al por mayor pero que el cuello sin sentir fatiga me dejó entrever el cielo que comenzaba a cerrarse poco a poco, preguntándome si realmente estaría sentada en donde le indiqué a aquella chica para vernos el uno al otro, platicar.. sonreír de chistes simples o malos, de saber más de ella, cuáles son sus misterios por develarse y que tenía hasta ese entonces
llegando a un pequeño parquecillo iluminado me mantuve sentado en una banca delegacional esperando a aquella mujer que no pensé en conocer pero que sin deberla ni temerla pasaría ese momento en mi vida. tenía la duda de saber si al verme se asustaría o en el peor de los casos se decepcionaría pero que yo no lo tomaría como algo importante por que no puedo adelantarme a algo que tal vez jamás pasaría.
la gente que se encontraba en aquel lugar era en sí escasa pero que se negaba a irse, se comenzaba a despejar el área.. a lo lejos observaba a una mujer de edad mayor fumando un cigarrillo con un pequeño gorro en un costado teniendo la vista al cielo pudiendo deducir que la lluvia era inminente; del otro lado una pareja que, después de un arduo día laboral, se reencontrarían a esa hora.. en esa banca para decirse cuánto se extrañaban y cuánto tiempo vivirían separados. tierno.
mientras, en mi chamarra encontré un cigarro que después fumaría con serenidad tratando de manera inútil formar figuras con el humo del mismo.. solo simulaba una locomotora humeante que salía de la estación. a lo lejos pude ver la silueta de la mujer que esperaba con ansias, con nerviosismo, la emoción surgía sin saber qué sucedería después: la lluvia hizo presencia en todo el parque obligando así ahuyentar a toda la gente pero que yo me quedé debajo de un pequeño balcón de una casita que daba la vista hacia el parque. ella me saludó amablemente pero que reflejaba su nerviosismo preguntándose si tenía más cigarros o con qué podía distraerse mientras yo ignorado, le platicaría mis aventuras siendo esto el llegar a ser aburrido. pero no fue así
el tiempo fue transcurriendo con lentitud el cual le agradezco que pasara a esa velocidad porque cuando son momentos importantes que esperas con ansias .. simplemente el tiempo vuela. recordando cada uno su niñez las anécdotas que salían de cada uno fueron formando una entrañable y agradable amistad que con el paso de los años formaron una relación que duró algunos años regresando al mismo lugar donde la conocí, ahora .. después de varios años estando aquí solo y contemplando la noche en el parque puedo observar que regresa la lluvia pero con sutil intensidad aunque falta la parte más importante que el pasado se la llevó.. por una acción de los dos esa relación se rompió sin imaginar que fuese a suceder pensando que era tan fuerte como un árbol de más de 80 años.. pero comprobé que no era así, ahora mi libertad la disfruto de manera amena, tranquila y viviendo cada momento que sucede
enfrente del parque un bar.. junto a él un café logran acercar a la gente, caminando al café con la cámara en mano pude observar que en el bar la locura conjugada con la diversión era extrema pero solo así el ser humano logra desquitar y soltar todo lo que se acumula en el día. tomando fotos de lo que sucedía ahí y un café acompañado de un cigarrillo desaparecieron en un instante: la mujer que bailaba en la terraza era el pasado que alguna vez me atrapó sin lograr cumplir muchos objetivos pero que tenía que liberarme de aquello... simplemente tomé un sorbo del café.. sonreí.. el cielo comenzó a realizar su labor.. una lluvia ligera comenzó a caer.. pedí la cuenta y dejé algunos pesos de propina, la mujer que me atendió sonrió invitándome a volver algún día a ese lugar.
la lluvia caía suavemente dejando atrás el pasado y tratando de encontrar de nuevo la estabilidad emocional que alguna vez pude vivir. caminando por la noche, desaparecí.
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